La Unión Europea (UE) podría volver a retrasar la puesta en marcha de su nuevo sistema de fronteras.
El nuevo sistema fronterizo, el Sistema de Entrada/Salida (SES ), pretende reforzar la seguridad fronteriza y agilizar los viajes de los viajeros no comunitarios que entran en el Espacio Schengen.
Sustituirá el sellado manual de pasaportes por la recogida de datos biométricos o el registro de huellas dactilares e imágenes faciales.
Una vez implantado, permitirá a los agentes fronterizos hacer un seguimiento más eficaz de las fechas de entrada y salida de los viajeros y controlar la superación de la duración del visado.
Recientemente confirmada para un lanzamiento en noviembre de 2024, la EEE podría aplazarse de nuevo debido a la falta de preparación de los principales Estados miembros.
Al parecer, Francia, Alemania y los Países Bajos han pedido a la Comisión Europea más tiempo para preparar el lanzamiento de la EEE.
Según The Guardian, los tres países expresaron su preocupación por la falta de pruebas del sistema en entornos reales.
Citaron que esto es especialmente crucial en los puntos de entrada de mucho tráfico, como aeropuertos y puertos.
Si el sistema se pusiera en marcha en la fecha prevista, la falta de preparación podría provocar importantes retrasos en los viajes y congestión en las fronteras.
Por qué la EEE podría sufrir más retrasos
Francia, Alemania y los Países Bajos apoyan los objetivos a largo plazo del nuevo sistema fronterizo de la UE, pero han expresado su preocupación por las posibles perturbaciones durante el despliegue inicial.
Los funcionarios han presentado los mismos problemas en el pasado, pero persisten dos meses antes del lanzamiento del objetivo de la EEE.
A Francia, en particular, le preocupan los retrasos en pasos fronterizos cruciales como Dover, donde los funcionarios franceses se encargan de los controles de pasaportes.
El Consejo Municipal de Ashford, en Kent, Reino Unido (RU), había advertido de que, en el peor de los casos, se producirían retrasos de hasta 14 horas que afectarían al tráfico de mercancías, a los coches particulares y a los autocares.
Estos retrasos también podrían provocar atascos en los principales puntos de entrada, como el aeropuerto de París-Charles de Gaulle y el Eurotúnel.
Una fuente francesa dijo que muchas cuestiones operativas pueden quedar sin resolver, ya que el sistema no se ha probado en condiciones reales.
«El problema es que las pruebas han sido de escritorio. Necesitamos pruebas en vivo», dijo la fuente.
El director del puerto de Normandía, Jérôme Chauvet, también confirmó que no se había realizado ninguna prueba en los tres puertos que supervisa.
«Aún no conocemos bien el equipo y cómo va a funcionar», dijo.
Por otra parte, a Alemania le preocupa el efecto de la EEE en los aeropuertos más pequeños, como Colonia y Munich.
A Holanda también le preocupan los posibles retrasos debidos al volumen de tráfico en Schiphol, uno de los nudos de comunicaciones más transitados de Europa.
Los viajeros no pertenecientes a la UE deben facilitar en la frontera los datos del pasaporte, huellas dactilares e imágenes faciales, lo que prolonga los plazos de tramitación.
Hasta el más mínimo retraso por pasajero puede sumar, especialmente en los puntos fronterizos más concurridos y durante las horas punta de viaje.
El cambio a los controles EES también requiere nuevos equipos, como quioscos de preinscripción y escáneres de huellas dactilares.
Además, la transición implica la formación y contratación de nuevo personal para manejar eficazmente el nuevo equipo.
Posible aplicación escalonada en el lanzamiento de la EEE
Para responder a estas preocupaciones, la Comisión Europea puede considerar una implantación gradual de la EEE en lugar de un lanzamiento completo.
Esto daría a las autoridades fronterizas más tiempo para adaptarse a los nuevos procesos, al tiempo que reduciría el riesgo de saturar los centros de viajes.
También permitiría a los funcionarios de fronteras abordar cualquier problema que pudiera surgir durante la fase inicial.
Un despliegue gradual probablemente lanzaría el sistema primero en los puntos de entrada menos congestionados, seguidos de los aeropuertos y puertos más concurridos.
Este planteamiento podría evitar grandes retrasos, sobre todo en puertos muy transitados como Dover y Calais, con un gran volumen de tráfico transfronterizo.
Una fuente del Reino Unido dijo que la UE podría mantenerse firme y ponerlo en marcha en noviembre «pero luego introducir gradualmente las cosas que llevan tiempo, como la toma de huellas dactilares».
También deben permitir que los pasos fronterizos más concurridos suspendan los controles biométricos para gestionar la congestión si se acumulan las colas.
Sin embargo, un experto subrayó que el sistema sólo conseguirá mejorar la seguridad si todos los puestos fronterizos están operativos.
Cómo afectan a los viajeros y al sector del transporte los retrasos en el lanzamiento de la EEE
Muchos creen que es poco probable que la UE vuelva a aplazar el lanzamiento de la EEE, ya que sólo ha confirmado una nueva fecha de lanzamiento en agosto.
Aun así, los funcionarios no pueden ignorar las preocupaciones de sus Estados miembros, que albergan algunos de los mayores centros aeroportuarios de Europa.
Ylva Johansson, Comisaria Europea de Asuntos de Interior, ha mantenido hasta ahora su compromiso con la fecha de lanzamiento de la EEE del 10 de noviembre.
Sin embargo, las fuentes indican que la Comisión se está preparando para responder a las preocupaciones planteadas por Francia, Alemania y los Países Bajos.
Una opción es retrasar la fecha de inicio al 17 de noviembre, dando a los Estados miembros una breve prórroga para ultimar sus preparativos.
El posible retraso podría ser tanto un alivio como una fuente de incertidumbre para los viajeros.
Sin embargo, la incertidumbre en torno al lanzamiento del sistema deja en el limbo a las compañías aéreas, de transbordadores y otras empresas de viajes.
Se ha informado a los operadores de transporte del Reino Unido de que esperen nuevos aplazamientos del lanzamiento de la EEE.
A pesar de los rumores de nuevos retrasos, la mayoría de los operadores de transporte, como Eurostar, siguen trabajando para cumplir el plazo del 10 de noviembre.