El Reino Unido (RU) está dando nuevos pasos hacia medidas de seguridad fronteriza más estrictas y una mayor aplicación de las normas.
La ministra de Interior del Reino Unido, Yvette Cooper, anunció el 21 de agosto una serie de nuevas medidas que está adoptando el gobierno para reforzar la seguridad fronteriza.
Las nuevas medidas también pretenden endurecer la aplicación de las leyes de inmigración y aumentar significativamente la devolución de solicitantes de asilo rechazados.
Estos cambios forman parte del plan del gobierno para gestionar mejor quién entra en el Reino Unido y reducir la inmigración ilegal.
«Aumentando la capacidad de aplicación de la ley y las devoluciones, estableceremos un sistema mejor controlado y gestionado», dijo Cooper en un comunicado de prensa.
Las nuevas medidas de seguridad fronteriza llegan después de que el Primer Ministro se reuniera con dirigentes de varios países europeos para debatir medidas de seguridad fronteriza.
La colaboración pretende encontrar soluciones colectivas a los retos de la inmigración, como los esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de personas.
El ministro del Interior ha colaborado estrechamente con socios internacionales para mejorar la cooperación en la lucha contra la delincuencia organizada de inmigración.
Nuevas medidas de seguridad fronteriza
Cooper ha esbozado varias medidas importantes de seguridad fronteriza que adoptará el gobierno.
Aumentar las capacidades de inteligencia y aplicación de la ley
El gobierno británico incorporará 100 nuevos funcionarios de la Agencia Nacional contra la Delincuencia (NCA).
Esto se suma al aumento del 50% de los agentes de la NCA destinados a Europol, la agencia policial de la Unión Europea (UE).
Estos agentes se centrarán en desarticular las redes organizadas de delincuencia de inmigración que introducen clandestinamente personas en el Reino Unido.
Su objetivo es detener a los grupos delictivos que ayudan a la gente a entrar ilegalmente en el Reino Unido, a menudo mediante peligrosas travesías en barco por el Canal de la Mancha.
Actualmente, la NCA ya está investigando a unos 70 grupos de contrabandistas y traficantes de alto riesgo.
Habían colaborado con socios internacionales para incautar unas 400 embarcaciones y motores destinados al tráfico de personas.
Aumentar la capacidad de detención
El gobierno tiene previsto reabrir dos centros de detención, Campsfield y Haslar, añadiendo 290 nuevas camas.
Estas instalaciones albergarán a más personas que esperan ser reubicadas en sus países de origen.
A muchos defensores de los derechos humanos les preocupa que la reapertura de estos centros pueda causar más problemas.
También temen que vuelva a traer problemas del pasado, como las malas condiciones de detención.
Sin embargo, el gobierno cree que es necesario gestionar el aumento de las expulsiones.
Más deportaciones
Un componente importante de las nuevas medidas es el aumento previsto de los vuelos de deportación.
El gobierno británico pretende devolver a más solicitantes de asilo rechazados que en ningún otro momento desde 2018.
Su objetivo es deportar a 14.000 personas a las que se ha denegado el asilo o que no tienen derecho a permanecer en el Reino Unido para finales de año.
Para contribuir a ello, el gobierno había reasignado a 300 trabajadores para que se centraran en acelerar estas expulsiones.
Represión del empleo ilegal
El ministro del Interior anunció un nuevo programa basado en inteligencia para identificar a los empresarios británicos que contraten a personas sin derecho legal a trabajar.
Las empresas podrían enfrentarse a sanciones, como multas, ser cerradas o incluso enfrentarse a acciones legales.
El gobierno espera que menos personas intenten entrar en el Reino Unido sin permiso poniendo fin al empleo ilegal.
Justificación y retos de las nuevas medidas de seguridad fronteriza
Cooper subrayó que estas medidas son esenciales para restablecer el orden y garantizar que las leyes de inmigración se aplican de forma justa y eficaz.
«Estamos tomando medidas firmes y claras para reforzar nuestra seguridad fronteriza y garantizar que se respetan y aplican las normas», declaró.
El nuevo Mando de Seguridad Fronteriza ayudará colaborando estrechamente con otros países para detener a los grupos de contrabandistas.
Sin embargo, los críticos sostienen que las medidas, en particular la reapertura de los centros de detención, son un paso atrás.
Aumentar los centros de detención trae de vuelta los problemas del pasado encontrados en estas instalaciones.
Otros sugieren que el gobierno debería centrarse en ayudar a las personas que huyen de situaciones peligrosas en sus países de origen.
Los grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por que el enfoque del gobierno pueda deshumanizar a los migrantes.
Estas medidas también podrían no abordar las causas profundas de la migración, como la guerra y la persecución en los países de origen de los migrantes.
De cara al futuro
Muchos juzgarán el éxito de estas nuevas medidas de seguridad fronteriza en función de la eficacia con que reduzcan la inmigración ilegal.
Muchos también querrán ver si pueden superar los retos jurídicos y logísticos de deportar a los solicitantes de asilo rechazados.
El gobierno británico se ha comprometido a adoptar un enfoque equilibrado en la aplicación de las leyes de inmigración.
Esto incluye el respeto de los derechos humanos, manteniendo al mismo tiempo la integridad de las fronteras del Reino Unido.
El gobierno también tiene previsto seguir colaborando con otras naciones para abordar el problema de la inmigración ilegal.
Considera que una estrecha colaboración con otros países puede desarticular las redes delictivas que se benefician del tráfico de personas hacia el Reino Unido.