La nueva Autorización Electrónica de Viaje (ETA) del Reino Unido (RU) pone en peligro su acuerdo con el Gobierno francés sobre los viajes escolares.
A partir del 2 de abril de 2025, todos los ciudadanos europeos, incluidos los escolares franceses, deberán obtener una autorización previa de viaje antes de viajar al Reino Unido.
Los visitantes franceses y de otros países europeos podrán empezar a solicitar una ETA el 5 de marzo de 2025.
Sin embargo, uno de los pocos requisitos para obtener una ETA es un pasaporte, que no muchos ciudadanos europeos tienen.
Este requisito entra en conflicto directo con la disposición de sólo tarjeta de identidad establecida por el acuerdo original de viaje escolar Francia-Reino Unido.
El Acuerdo de Viaje Escolar Francia-Reino Unido
En diciembre de 2023, un acuerdo entre ambos países introdujo nuevas normas para suavizar los requisitos de viaje de los grupos escolares franceses que visiten el Reino Unido.
En virtud de este acuerdo, los estudiantes franceses podrían viajar a Gran Bretaña utilizando únicamente su documento nacional de identidad.
Por otra parte, los estudiantes extracomunitarios matriculados en centros franceses podían participar en estos viajes sin necesidad de visado.
Este acuerdo redujo los costes y el papeleo, e impulsó un aumento del 30% de las visitas de escuelas francesas al Reino Unido.
Fue una recuperación prometedora tras años de descensos relacionados con el Brexit. Aun así, la próxima ETA del Reino Unido amenaza con socavar su éxito.
Esto ha suscitado preocupación entre los educadores franceses y los organizadores de viajes, que temen que el programa se vea perturbado.
Preocupaciones de los centros de enseñanza y de los organizadores de viajes escolares franceses
Valérie Boned, presidenta de Les Entreprises du Voyage, grupo francés del sector de los viajes, escribió a la ministra de Interior del Reino Unido, Yvette Cooper.
Según el Financial Times, la carta de Boned pedía urgentemente claridad sobre la situación del programa de viajes escolares y la necesidad de actuar con rapidez.
«Cuanto antes consigamos aclarar la situación, menos repercusión tendrá en el número de viajes escolares para 2025», escribió.
Su carta subrayaba la presión que el nuevo plan ETA podría ejercer sobre la planificación.
También puso de relieve la posibilidad real de que las escuelas francesas optaran por cancelar los viajes debido al aumento de las cargas logísticas.
Los profesores franceses, como Isabelle Regiani, profesora de la escuela secundaria Jean Jaurès de Sarreguemines, han expresado su frustración.
Explicó: «Exigir a grupos supervisados de adolescentes de 15 años que pasen por el proceso ETA para un viaje corto a Inglaterra es un completo disparate».
Regina señaló que muchos de sus colegas solían organizar viajes de un día a Inglaterra, pero lo están reconsiderando debido al papeleo.
«Esperamos sinceramente que el gobierno británico reconsidere la situación», añadió.
Impacto educativo y cultural de los viajes escolares
El programa de viajes escolares Francia-Reino Unido ha sido ampliamente elogiado por su papel en el fomento del intercambio cultural y educativo.
Desde el acuerdo de 2023, miles de estudiantes franceses han tenido la oportunidad de conocer la cultura del Reino Unido.
Pudieron visitar lugares emblemáticos del Reino Unido, asistir a clases de idiomas y experimentar la cultura británica de primera mano.
Edward Hisbergues, director de PG Trips, proveedor francés de viajes escolares, declaró que mantener el programa es «esencial» para evitar que disminuyan los viajes escolares franceses al Reino Unido.
Una encuesta de PG Trips reveló que más del 75% de los profesores franceses serían menos propensos a organizar viajes escolares si la ETA británica complicara los desplazamientos.
Los funcionarios franceses han destacado la importancia del programa como vínculo crucial para alimentar las relaciones franco-británicas entre las generaciones más jóvenes.
Un portavoz del gobierno declaró: «Estamos en estrecho contacto con nuestros homólogos británicos para que siga siendo plenamente operativo.»
Equilibrio entre seguridad y accesibilidad
El sistema ETA forma parte de una iniciativa más amplia del Reino Unido para modernizar y agilizar el control fronterizo.
Con la ETA, todos los visitantes sin obligación de visado deben registrar sus datos y planes de viaje antes de llegar al Reino Unido.
Esto contribuirá a mejorar la seguridad, ya que los viajeros serán sometidos a un control previo antes de llegar al país.
La solicitud de ETA está diseñada para ser rápida, y requiere el pasaporte del viajero, información personal, responder a preguntas de seguridad y pagar una tasa.
Sin embargo, los pasaportes obligatorios para todos los viajeros, incluidos los niños, plantean un reto importante para los grupos escolares franceses, que suelen utilizar tarjetas de identidad para viajar.
El próximo nuevo sistema de control fronterizo de la UE, el Sistema de Entradas y Salidas (SES ), pretende alcanzar objetivos de seguridad similares.
Sustituirá al sellado manual de pasaportes mediante el registro de cada entrada y salida de ciudadanos no comunitarios a través de datos biométricos.
Sin embargo, se ha advertido de que el lanzamiento de la EES provocará grandes retrasos en la tramitación fronteriza, sobre todo en las fases iniciales.
Esto se debe a que el registro de huellas dactilares y escáner facial está limitado en la frontera, sin posibilidad de hacerlo con antelación.
Estos sistemas superpuestos han suscitado dudas sobre la accesibilidad general y el atractivo de los viajes al Reino Unido para los visitantes europeos.
¿Un posible compromiso?
A pocos meses de la entrada en vigor de la ETA, las escuelas francesas y las organizaciones de viajeros esperan una decisión del Ministerio del Interior británico.
Los participantes en el viaje escolar a Francia pueden recibir una exención de los requisitos de pasaporte y ETA para mantener el acuerdo de viaje.
Sin embargo, aún no se ha confirmado una exención oficial al requisito de la ETA.
Algunos funcionarios del gobierno británico han insinuado que podría ser posible si Francia y otras naciones de la UE presentan una petición unificada.
Mientras continúan las discusiones, los profesores mantienen la esperanza de que el gobierno británico reconsidere la situación.
El futuro del programa de viajes escolares Francia-Reino Unido pende de un hilo mientras los centros escolares y las familias esperan una decisión definitiva.