El Tribunal Superior del Reino Unido ha dictado sentencia contra el Ministerio del Interior por no conceder el permiso 3C a quienes solicitan prórrogas de visado, según informa The Guardian.
Un permiso 3C significa que si alguien solicita prorrogar su estancia en el Reino Unido antes de que caduque su visado, su derecho de estancia se prorroga automáticamente hasta que se tome una decisión.
Esto ayuda a evitar lagunas en la situación de inmigración de una persona mientras se tramita su solicitud.
El juez Cavanagh, que presidió el caso, declaró «irracional e irrazonable» la decisión del Ministerio del Interior de no conceder el permiso 3C a miles de inmigrantes.
Señaló que no tener una prueba de estatus suponía «verdaderas dificultades» para muchas personas, que afectaban a su vida cotidiana y a su bienestar.
La prueba documental de un permiso 3C demuestra que están legalmente en el Reino Unido.
Sin documentación, muchos de los migrantes se enfrentaban a graves problemas. No podían demostrar su derecho a trabajar, alquilar una vivienda o acceder a la asistencia sanitaria.
Esta incertidumbre se extendió a sus hijos, que también sufrieron debido a la situación de indocumentados de sus padres.
Esta falta de pruebas causó dificultades, atrapando a muchos en el llamado «entorno hostil» creado por las políticas de inmigración del Reino Unido.
La sentencia del Tribunal Superior
La impugnación jurídica fue dirigida por el Foro de Refugiados e Inmigrantes de Essex y Londres (RAMFEL) y un antiguo cliente.
Alegaron que el fallo del Ministerio del Interior dejó a muchos clasificados erróneamente como indocumentados, sometiéndolos a duros controles de inmigración.
El juez Cavanagh destacó tres razones principales de la sentencia:
Dificultades para los emigrantes
Muchas personas con permiso 3C se enfrentaron a graves problemas porque no podían demostrar su situación legal. Esto afectó a su capacidad para trabajar, encontrar vivienda y acceder a servicios esenciales.
Propósito legislativo
Las leyes de inmigración, incluida la sección 3C, protegen los derechos de quienes se encuentran legalmente en el Reino Unido. Sin documentación, estas personas no podían demostrar sus derechos, contradiciendo la intención de la ley.
Sin motivo justificado
El Ministerio del Interior no dio ninguna razón válida para no expedir una prueba de estatuto de permiso 3C. El juez Cavanagh destacó que no había contraargumentos que justificaran este fallo, lo que hacía que la decisión fuera irrazonable.
El juez instó al ministro del Interior a dar un «paso directo» para evitar penurias a cientos de personas.
Janet Farrell, abogada de Bhatt Murphy Solicitors que representó a los demandantes, describió la sentencia como una «victoria significativa».
Explicó que ayudaría a muchas personas que han estado luchando sin pruebas de su situación legal.
«Esta sentencia garantiza que las personas con permiso 3C puedan ahora demostrar su situación y acceder a los derechos que les corresponden», declaró Farrell.
No tener pruebas del permiso 3C y el escándalo Windrush
Nick Beales, jefe de campaña de RAMFEL, comparó esta situación con el escándalo Windrush.
Afirmó: «Una y otra vez, el entorno hostil del gobierno atrapa y se dirige contra personas que tienen todo el derecho a estar en el Reino Unido.
«Nos aseguraron que habían aprendido del escándalo Windrush, pero estas palabras eran claramente huecas».
El escándalo Windrush, destapado en 2017, afectó a inmigrantes caribeños que llegaron al Reino Unido entre 1948 y 1973.
Como súbditos británicos, fueron tratados erróneamente como inmigrantes ilegales a pesar de tener derecho a vivir y trabajar en el Reino Unido indefinidamente.
Estos miembros de la generación «Windrush» se enfrentaron a detenciones injustas, deportaciones y denegación de derechos legales.
Este caso suscitó una amplia controversia y reclamó justicia, ya que el gobierno trató injustamente a estos residentes de larga duración.
La política de «entorno hostil
La política de «entorno hostil» pretende dificultar la permanencia en el Reino Unido de quienes no tienen derecho a estar allí.
Sin embargo, este planteamiento suele afectar a quienes están legalmente presentes pero carecen de documentación que lo demuestre.
Esta política incluye medidas que dificultan el trabajo, el alquiler de propiedades o el acceso a la asistencia sanitaria sin una prueba de la condición de inmigrante.
La sentencia del Tribunal Supremo pone de manifiesto el impacto negativo de esta política en las personas con permiso 3C.
Esto pone de relieve la importancia de que el gobierno británico ayude a todos los inmigrantes a obtener la documentación adecuada sobre su situación de inmigración.
Beales, de RAMFEL, instó al próximo gobierno a poner fin por completo a la política de entorno hostil.
Transición a eVisas
Cuando se hizo pública la sentencia del Tribunal Superior en junio, un portavoz del Ministerio del Interior dijo que estaban «estudiando detenidamente la sentencia».
Actualmente, el Ministerio del Interior está realizando la transición de todas las formas de documentos físicos de situación de inmigración a visados digitales para 2025.
Esto significa que los inmigrantes ya no recibirán una prueba física de su derecho a permanecer en el Reino Unido, sino que su situación se registrará en línea.
Todos los permisos de residencia biométricos (BRP), los sellos de tinta húmeda de los pasaportes y las pegatinas de las viñetas serán sustituidos por un registro digital en línea o un visado electrónico.
Los que tengan una prueba física de su condición de inmigrantes deben crear una cuenta en Visados e Inmigración del Reino Unido (UKVI).
La cuenta UKVI demostrará el estatus de inmigrante a empresarios, caseros y bancos. Se vinculará a los pasaportes para evitar interrupciones e inconvenientes en los viajes.
Esta transición a un sistema de inmigración «digital por defecto» pretende modernizar el proceso y reducir el fraude.
Sin embargo, los críticos temen que el apresurado calendario pueda conducir a una repetición del escándalo Windrush.
Sin una prueba física, los inmigrantes pueden tener dificultades para demostrar su estatus, lo que puede dar lugar a problemas similares.