Desde 2018, las llegadas de pequeñas embarcaciones al Reino Unido (RU) a través del Canal de la Mancha han superado las 150.000.
Según cifras oficiales del gobierno, el número total de llegadas fue de 451 sólo el día de Navidad.
Un total de 11 embarcaciones hicieron el viaje, y se esperaba que siguieran más en los próximos días.
Estos viajes, a menudo peligrosos, se han convertido en un punto central del debate sobre la inmigración en el Reino Unido.
Ha vuelto a suscitar preocupación por la seguridad fronteriza, las obligaciones humanitarias y la delincuencia organizada.
La tendencia al alza en siete años refleja la creciente complejidad de la gestión de la migración.
Los líderes políticos y los activistas están divididos sobre la mejor manera de abordar el problema.
Llegadas de pequeñas embarcaciones: una tendencia al alza
Las travesías en pequeñas embarcaciones han crecido espectacularmente en los últimos siete años.
En 2018, sólo 299 personas realizaron el peligroso viaje. En 2019, se registraron 1.843 cruces, y 8.466 en 2020.
Sin embargo, en 2022, esa cifra se había disparado a 45.774, frente a los 28.526 registrados en todo 2021.
Aunque en 2023 se produjo un descenso a 29.437 cruces, las cifras repuntaron en 2024, con 35.898 migrantes registrados hasta diciembre.
Esto representa un aumento del 22% en comparación con el mismo periodo de 2023, pero un descenso del mismo porcentaje en 2022.
Sólo el día de Navidad de este año llegaron 451 personas en 11 pateras, seguidas de otras 407 el día de San Esteban.
Estas llegadas en vacaciones hicieron que el número total de cruces del Canal de la Mancha desde 2018 superara los 150.000.
Este año, unas 50 personas han muerto al intentar cruzar el Canal de la Mancha, según los registros de los guardacostas franceses.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también ha informado de varias muertes más de migrantes que se cree que están relacionadas con intentos de travesía.
Esto hace que 2024 tenga más probabilidades de ser el año más mortífero para los cruces desde que se iniciaron las rutas de contrabando en 2018.
Respuesta y promesas del gobierno
Este nuevo hito se produce después de que la ministra de Interior británica, Yvette Cooper, afirmara que el gobierno tiene la obligación moral de abordar la llegada de pequeñas embarcaciones.
«Debemos perseguir a las bandas de delincuentes que explotan a las personas vulnerables y ponen vidas en peligro», afirmó.
Cooper también destacó los planes para mejorar la seguridad fronteriza y acelerar la expulsión de quienes no tienen derecho legal a permanecer en el país.
La Agencia Nacional contra la Delincuencia dijo que estaba dirigiendo unas 70 investigaciones en curso sobre delitos organizados de inmigración o trata de seres humanos.
El ministro del Interior subrayó que están «decididos a avanzar» en la resolución de los retrasos en las solicitudes de asilo, según The Independent.
Dijo que están reduciendo la dependencia de hoteles «inadecuados y extremadamente costosos» para alojar a los solicitantes de asilo.
La administración laborista ha pedido la cooperación internacional para desmantelar las redes de contrabando que permiten estos peligrosos cruces.
Sin embargo, no se comprometió a fijar un plazo concreto para cuando esperan que las cifras disminuyan «bruscamente».
Un portavoz del gobierno declaró: «Todos queremos poner fin a las peligrosas travesías en pateras, que amenazan vidas y socavan nuestra seguridad fronteriza.»
Críticas y opiniones contrarias
El actual gobierno laborista culpa a la administración anterior del fuerte aumento de la inmigración británica.
Sin embargo, los conservadores han expresado su preocupación por la eficacia de las estrategias del gobierno, según The Guardian.
El ministro del Interior en la sombra, Chris Philp, calificó de «insulto» que los laboristas hayan permitido la llegada de 858 pateras el Día de Navidad y el Día de San Esteban.
Añadió que el aumento de los cruces ilegales era «inaceptable», subrayando la necesidad de medidas disuasorias más fuertes.
Philp sugirió reactivar el abandonado plan de reubicación de Ruanda, que pretendía enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda para disuadirles de cruzar en pequeñas embarcaciones.
«Al desechar la medida disuasoria de Ruanda antes de que empezara, los laboristas nos han defraudado. Hemos visto que las expulsiones disuasorias funcionan en Australia», declaró Philp.
Ha habido más de 22.324 llegadas de pateras desde que el primer ministro Sir Kier Starmer asumió el cargo de Número 10 tras las elecciones de julio.
Desde entonces, se ha comprometido a acabar con los modelos de negocio de las bandas de contrabandistas y a aumentar la cooperación con otros países.
Starmer también se ha mostrado abierto a pagar a otros países para que ayuden a atajar la inmigración ilegal en el Reino Unido.
Papel de las bandas de contrabandistas en la llegada de pequeñas embarcaciones
Aunque el Reino Unido ha experimentado un fuerte aumento de las travesías del Canal de la Mancha, sus cifras siguen siendo inferiores a las registradas en algunos países europeos.
Por ejemplo, Italia registró más de 136.000 llegadas por mar en 2023. España y Grecia también se enfrentan a importantes flujos migratorios a través del Mediterráneo.
Sin embargo, la posición geográfica única del Reino Unido presenta retos distintos, sobre todo a la hora de patrullar su frontera marítima.
Uno de los principales motivos de los cruces es la presencia de redes organizadas de contrabando.
Estos grupos delictivos explotan a los inmigrantes vulnerables, utilizando TikTok para anunciar «paquetes de ofertas» que prometen un pasaje seguro, alojamiento y trabajo en el Reino Unido.
El Times informa de que estos acuerdos pueden costar hasta 12.000 libras por persona y a menudo implican embarcaciones abarrotadas o transporte oculto en camiones.
El Ministerio del Interior británico se ha comprometido a imponer penas más severas a los traficantes y a colaborar con las empresas tecnológicas para eliminar los anuncios en línea sobre cruces ilegales.
Equilibrar la seguridad fronteriza y el humanitarismo
La cuestión de la llegada de pequeñas embarcaciones va más allá de la seguridad fronteriza y plantea importantes cuestiones sobre las obligaciones humanitarias.
Muchos emigrantes emprenden estos peligrosos viajes para huir de la guerra, la persecución y la pobreza.
Sin embargo, el creciente número de solicitantes ha puesto a prueba el sistema de asilo del Reino Unido, con una acumulación de casos que genera retrasos para quienes buscan seguridad.
El ministro del Interior Cooper reconoció la necesidad de un enfoque equilibrado.
«Necesitamos una aplicación enérgica de la ley contra los cruces ilegales, pero también debemos asegurarnos de que quienes tienen reclamaciones auténticas reciben un trato justo», afirmó.
Las estrategias propuestas incluyen más apoyo a las rutas migratorias seguras y legales y abordar las causas profundas de la migración en los países de origen.
Los críticos ya sostienen que las políticas actuales son inadecuadas. Aun así, el impacto total de las nuevas estrategias tomará más forma en los próximos años.