La libra esterlina del Reino Unido (RU) es la moneda independiente superviviente más antigua del mundo y la cuarta más negociada globalmente.
Comprender la libra esterlina es esencial para cualquiera que visite el Reino Unido, ya sea como turista o por motivos de trabajo o estudios. Te ayudará a realizar las transacciones diarias sin problemas, a evitar comisiones innecesarias y a disfrutar de una experiencia sin complicaciones durante tu estancia.
Ya sea explorando lugares históricos, disfrutando de la cocina local o comprando en vibrantes mercados, tener un buen conocimiento de la moneda puede hacer que una visita al Reino Unido sea aún más memorable. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la libra esterlina, la moneda oficial del Reino Unido.
Breve historia de la libra esterlina británica
La libra se originó en el siglo VIII con la introducción de peniques de plata, pero el término «libra esterlina» surgió en el siglo XVII. El Banco de Inglaterra, creado en 1694, reguló la moneda y emitió billetes y monedas, sentando las bases de la banca moderna.
En el siglo XIX, la libra esterlina estaba vinculada al oro para su estabilidad. Sin embargo, debido a los problemas económicos de 1931, se abandonó el patrón oro, y la libra esterlina se convirtió en una moneda flotante en 1971.
La libra esterlina siempre ha simbolizado la herencia económica del Reino Unido, reflejando el viaje de la nación desde los peniques de plata medievales hasta una moneda moderna, de comercio mundial.
También conocida como Gran Libra Esterlina (GBP), la moneda oficial del Reino Unido se designa con el símbolo £ o con peniques (p). No adoptó el euro mientras aún formaba parte de la Unión Europea (UE).
En los últimos años, el Banco de Inglaterra ha introducido billetes de polímero con características de seguridad mejoradas para evitar la falsificación, con diseños que muestran destacadas figuras históricas británicas.
Denominaciones y billetes de libras y peniques
En el Reino Unido, las transacciones cotidianas, como el coste de los artículos, se indican en libras esterlinas. Tendrás que empezar a pagar las cosas en monedas y billetes locales. Familiarizarte con ellos te resultará útil durante tu estancia.
Una libra esterlina se compone de 100 peniques. La moneda británica incluye monedas con denominaciones de uno, dos, cinco, diez, 20 y 50 peniques, así como monedas de una y dos libras. Los billetes están disponibles en denominaciones de cinco, diez, 20 y 50 libras, cada uno con un color único.
La jerga británica tiene nombres únicos para las distintas denominaciones monetarias. Los peniques se conocen como «pee», mientras que los billetes de cinco y diez libras son «fivers» y «tenners». Una moneda de una libra suele llamarse «quid».
Los billetes escoceses y norirlandeses se consideran de curso legal en todo el Reino Unido. Sin embargo, es aconsejable cambiarlos por billetes del Banco de Inglaterra siempre que sea posible, para evitar posibles problemas.
Los billetes ingleses son más aceptados en los cuatro países constituyentes del Reino Unido. Si surge algún problema, los bancos pueden cambiar los billetes escoceses o norirlandeses por ingleses sin coste alguno.
Los euros no suelen aceptarse en el Reino Unido, excepto en lugares céntricos como aeropuertos y grandes almacenes. Algunas tiendas grandes de Irlanda del Norte pueden aceptar euros, ya que la República de Irlanda los utiliza. Aun así, no están obligados a aceptarlos.
Cambiar moneda en el Reino Unido
Aparte de cambiar dinero en los bancos, los viajeros tienen otras opciones para cambiar moneda en el Reino Unido.
Las oficinas de cambio o establecimientos de cambio de moneda, como Travelex, están presentes en la mayoría de pueblos, ciudades y grandes terminales de transporte. Las oficinas de correos y los grandes almacenes más populares también ofrecen servicios de cambio de moneda.
Los tipos de cambio y las comisiones varían, por lo que es mejor comprobar de antemano cuál ofrece una buena oferta. Los tipos de cambio pueden fluctuar diariamente. La forma más sencilla de comprobar cuál es la mejor opción es preguntar por la cantidad de libras que recibirás una vez deducidos todos los gastos.
Los viajeros deben cambiar moneda antes de su viaje o en las principales ciudades del Reino Unido para tener más opciones y mejores tarifas. Las oficinas privadas de cambio de moneda en los nudos de transporte suelen cobrar más.
Sin embargo, si tienes poco dinero en efectivo de camino a una zona rural, es mejor que cambies dinero en el punto de entrada, ya que puede que no haya ningún otro servicio de cambio de moneda en la zona.
Cuando cambies moneda, pide una mezcla de denominaciones, como billetes de 20 y 10 libras. Esto facilitará su aceptación por parte de los vendedores británicos.
Cajeros automáticos y tarjetas bancarias
Los viajeros también pueden utilizar los cajeros automáticos (ATM), conocidos localmente como «cashpoints» en el Reino Unido, para sacar dinero de su propio banco.
Las cuentas no británicas están sujetas a comisiones, pero éstas pueden ser más baratas que las impuestas por las casas de cambio. Opta por retirar dinero en cajeros automáticos de sucursales bancarias en lugar de en tiendas de conveniencia, gasolineras y tiendas, ya que suelen cobrar más.
La mayoría de los cajeros automáticos aceptan cualquier tarjeta internacional equipada con chip y PIN. Sin embargo, es mejor utilizar tarjetas Visa y Mastercard. Las tarjetas Maestro, Cirrus y Plus también suelen aceptarse en el Reino Unido.
En cambio, las tarjetas American Express y Diners Club no lo son, sobre todo fuera de Londres.
Aunque el dinero en efectivo está ampliamente aceptado, los pagos sin contacto también son cada vez más populares.
Muchos establecimientos aceptan ahora pagos sin contacto y monederos móviles como Apple Pay y Google Pay, lo que facilita a los turistas hacer transacciones sin llevar grandes cantidades de dinero en efectivo.
Recuerda informar a tu banco de tus planes de viaje para evitar problemas con tus tarjetas. Además, ten cuidado con los posibles fraudes con tarjetas y controla regularmente tus cuentas para detectar cualquier transacción sospechosa.
Utilizar una tarjeta de crédito o débito para viajes, como Wise o Revolut, en el Reino Unido también es barato, seguro y cómodo. Sin embargo, las tarjetas de viaje prepagadas están sujetas a comisiones más elevadas.
Algunos proveedores del Reino Unido ofrecen tarjetas multidivisa con una cuenta de pago vinculada. Esta función te permite convertir, mantener y gastar en libras.
Esto permite a los viajeros añadir un saldo en su moneda nacional y cambiarlo a GBP para fijar el tipo de cambio. Una vez que tengas GBP en tu cuenta, no hay comisiones adicionales por realizar pagos ni cargos por transacciones extranjeras de los que preocuparte.
Planificar tus pagos
Planificar formas eficaces y cómodas de gastar en GBP puede suponer un ahorro de costes a largo plazo.
Siempre es bueno que los viajeros tengan varias opciones de pago: efectivo, tarjeta de cajero automático, tarjeta de crédito o débito y tarjeta multidivisa. Esto proporciona una opción de pago de reserva si alguna no es aceptada, permitiéndote elegir el mejor método para cada transacción.
Utiliza dinero en efectivo para las compras pequeñas y las propinas, habituales en restaurantes y servicios, que suelen rondar entre el 10 y el 15 por ciento de la cuenta. Paga los artículos de bajo coste y las retiradas de efectivo con tu tarjeta multidivisa y reserva tu tarjeta bancaria para emergencias.
Exceso de moneda británica
Lo ideal sería canjear suficientes libras esterlinas para tu viaje sin mucho exceso. Aun así, esto es lo que puedes hacer con los billetes británicos sobrantes.
- Dona los billetes británicos sobrantes a organizaciones benéficas a través de diversos programas y puntos de recogida en aeropuertos internacionales. Algunos bancos también recogen moneda extranjera y donan cada céntimo a UNICEF.
- Utiliza un cambista para convertir tus GBP a tu moneda nacional para cantidades mayores.
- También puedes guardarlas para tu próximo viaje al Reino Unido. Considera la posibilidad de utilizar las libras sobrantes para reservar con antelación servicios como traslados al aeropuerto o pagar gastos de viaje, como billetes de tren, antes de partir.