Los próximos cambios en materia de viajes en la Unión Europea (UE) instan a los ciudadanos del Reino Unido (RU) que viven en Chipre a obtener tarjetas de residencia biométricas.
El cambio afecta principalmente a los titulares de «papeles amarillos», un documento de residencia expedido antes de que el Reino Unido abandonara la UE en 2020.
Chipre forma parte de la UE, pero es uno de los dos Estados miembros que técnicamente no forman parte del Espacio Schengen.
Hasta ahora, los papeles amarillos expedidos por el gobierno chipriota permitían a los ciudadanos británicos viajar fácilmente por Europa.
Sin embargo, según The Cyprus Mail, el documento de residencia anterior al Brexit ya no bastará para agilizar sus viajes.
Nuevos controles fronterizos de la UE: EES y ETIAS
Hay dos cambios significativos en los sistemas de control fronterizo de la UE: el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes(ETIAS) y el Sistema de Entrada/Salida (SES).
Estos nuevos sistemas cambiarán significativamente la forma en que la UE controla a los nacionales de terceros países que entran en la UE y en el Espacio Schengen.
El SES es un nuevo sistema automatizado que registra la entrada y salida de nacionales de terceros países en el Espacio Schengen utilizando datos biométricos.
El ETIAS, por otra parte, exigirá a los viajeros sin visado que soliciten y reciban una autorización de viaje antes de viajar a la UE.
El EES entrará en funcionamiento en noviembre de 2024, mientras que el ETIAS lo hará hacia mediados de 2025.
Los ciudadanos británicos, considerados ciudadanos extracomunitarios tras el Brexit en 2020, deben cumplir los nuevos controles fronterizos de la UE.
Sólo están exentos de la EES y la ETIAS quienes tengan visados válidos para estancias de larga duración y permisos de residencia expedidos por Estados miembros de la UE.
Vales amarillos frente a tarjetas de residencia biométricas
Desde 2002, la UE exige que todos los permisos de residencia para ciudadanos no comunitarios sean biométricos.
Mientras que algunos países de la UE actualizaron proactivamente sus documentos de residencia tras el Brexit, Chipre no lo hizo.
En cambio, los ciudadanos del Reino Unido que viven en Chipre siguen teniendo vales amarillos, que antes eran un símbolo de los derechos de libre circulación.
Un resguardo amarillo es un documento de certificado de residencia de tamaño A4. Debido a su tamaño y confección, puede resultar molesto de llevar y se puede romper fácilmente.
Por otra parte, una tarjeta de residencia biométrica es un permiso de residencia moderno que contiene datos personales y biométricos, incluidas fotos y huellas dactilares.
Las tarjetas biométricas cumplen la estricta normativa de residencia de la UE y están reconocidas en todo el bloque.
La Comisión Europea confirmó que los talones amarillos anteriores al Brexit no cumplen la nueva normativa de residencia.
Según la legislación de la UE, sólo los que tengan permiso de residencia biométrico estarán exentos de los requisitos del ETIAS.
Esto es así independientemente de que los vales amarillos sigan siendo válidos en el Estado de la UE que los emitió.
Cómo convertir las hojas amarillas en tarjetas de residencia biométricas
Pasar de la tarjeta amarilla a la tarjeta de residencia biométrica es similar a solicitar un nuevo documento de identidad.
Los ciudadanos británicos que viven en Chipre deben acudir a una oficina de inmigración, hacerse fotografiar y tomar sus huellas dactilares, y pagar una tasa.
Además, las nuevas tarjetas de residencia biométricas tendrán fecha de caducidad, y sus titulares deberán renovarlas cada vez que caduquen.
Debido al engorroso proceso burocrático, algunos ciudadanos británicos de Chipre desconfían de pasar de la tarjeta amarilla a la tarjeta de residencia biométrica.
Quienes pasaron por un complejo proceso para obtener los vales amarillos deben ahora volver a las oficinas de inmigración para presentar sus datos biométricos.
Además, muchos residentes en Chipre no comunitarios consideran que el coste de 30 euros de la nueva tarjeta es un inconveniente, aunque no excesivo.
La conversión de los vales amarillos en tarjetas de residencia biométricas todavía no es obligatoria para todos los ciudadanos extracomunitarios que viven en Chipre.
Sin embargo, las ventajas de una tarjeta de residencia biométrica pronto superarán las molestias de pasar por los nuevos controles fronterizos de la UE.
Los ciudadanos británicos residentes en Chipre que no conviertan sus tarjetas amarillas en tarjetas de residencia biométricas podrían enfrentarse a un proceso más arduo.
Para visitar la UE, necesitan obtener una autorización ETIAS rellenando un formulario en línea, pagando una tasa de solicitud de 7 euros y obteniendo la aprobación previa del viaje.
El proceso parece sencillo, pero no deja de ser un requisito añadido que los británicos que viven en la UE no necesitarán si tienen tarjetas de residencia biométricas.
Además, el próximo SES rastreará digitalmente a los extracomunitarios sin permiso de residencia en la UE, lo que hará más estrictos los cruces fronterizos.
Los viajeros que se queden más tiempo del permitido o incumplan los nuevos sistemas podrían enfrentarse a sanciones, incluidas multas o la prohibición de volver a entrar en la UE.
Qué esperar de los futuros viajes a la UE
La inminente puesta en marcha de la EES y la ETIAS da al Gobierno de Chipre un tiempo limitado para facilitar el cambio a los permisos de residencia biométricos.
Ya había introducido la opción de la tarjeta biométrica en previsión de estos cambios.
Sin embargo, la escasa información pública al respecto ha provocado confusión entre algunos ciudadanos británicos que viven en Chipre.
El Alto Comisionado británico también ha aconsejado a los ciudadanos que comprueben su situación de residencia y se mantengan informados.
Instó a los ciudadanos británicos a «asegurarse de que tienen los documentos correctos para evitar verse atrapados por las nuevas normas de viaje de la UE».
Es probable que las autoridades chipriotas de inmigración vean un aumento de las solicitudes a medida que se acerque la fecha límite.
Se aconseja a los ciudadanos del Reino Unido que inicien el proceso lo antes posible para evitar largas esperas o retrasos.