Las conversaciones para recomponer las relaciones entre el Reino Unido (RU) y la Unión Europea (UE) se han centrado en establecer un acuerdo de movilidad juvenil.
Un acuerdo de movilidad juvenil permitiría a los jóvenes adultos de ambas regiones viajar, trabajar y adquirir experiencia en el extranjero más fácilmente.
Los líderes de la UE consideran que un posible acuerdo de movilidad juvenil es fundamental para restablecer la confianza y ayudar a reconstruir una relación positiva y de cooperación con el Reino Unido.
Sin embargo, sigue siendo una cuestión compleja y delicada para ambas partes.
Algunos diputados europeos afirman que el Reino Unido está abierto a un acuerdo de movilidad juvenil con la UE.
Y ello a pesar de que el gobierno británico ha rechazado repetidamente anteriores propuestas de movilidad juvenil de la UE, en medio de la cautela política reinante en Londres.
Aun así, no está garantizado un acuerdo de movilidad juvenil entre el Reino Unido y la UE, ya que aumenta la presión para alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes.
El Acuerdo de Movilidad Juvenil es una parte clave del reajuste del Brexit de la UE
Un acuerdo de movilidad juvenil UE-Reino Unido ofrecería a la juventud europea oportunidades estructuradas de estudiar, trabajar o experimentar el intercambio cultural.
En Bruselas, los diplomáticos de la UE y los eurodiputados están dejando claro que un acuerdo de movilidad juvenil es una prioridad absoluta.
Se alinea con sus objetivos a largo plazo de fomentar el intercambio cultural, la diversidad de la mano de obra y el aprendizaje compartido en todo el continente.
Los diplomáticos declararon que un acuerdo de movilidad de los jóvenes es esencial para un reajuste del Brexit, lo que requiere que el Reino Unido y la UE hagan concesiones.
Alemania y Francia también se han manifestado a favor de la movilidad de los jóvenes como forma de aliviar las tensiones.
Un documento filtrado de la UE también mostraba un mandato de negociación que daba prioridad a un acuerdo de movilidad de los jóvenes para mejorar las relaciones entre el Reino Unido y la UE.
Se espera que la Comisión Europea, que se ocupa de las negociaciones formales, siga persiguiendo un acuerdo de movilidad juvenil con el Reino Unido.
Según se informa, incluye opciones de movilidad limitadas para los jóvenes, adaptadas para responder a las preocupaciones británicas sobre las repercusiones de la migración y el empleo.
La cautela de Starmer ante los nuevos acuerdos de la UE
La postura del Reino Unido sobre un acuerdo de movilidad juvenil con la UE ha sido de cautelosa apertura.
El primer ministro Sir Keir Starmer no ha descartado del todo un acuerdo de movilidad juvenil, incluso después de haber rechazado propuestas en el pasado.
Su oficina se ha hecho eco de la preferencia de la administración anterior por los acuerdos entre países en lugar de un régimen general para toda la UE.
Sin embargo, Starmer evitó comprometerse con ningún acuerdo de movilidad juvenil hasta que evolucionaran las negociaciones con la UE.
Su gobierno se ha comprometido a restablecer una relación de cooperación con la UE, pero con límites claros.
«No nos planteamos volver a la plena libertad de circulación, pero nos comprometemos a encontrar nuevas formas de colaborar con la UE», declaró el Primer Ministro.
El gobierno está explorando oportunidades de intercambios estructurados entre personas, al tiempo que descarta cambios migratorios más amplios.
La oficina de Starmer ha estado trabajando en una estrategia de tres pilares para las relaciones con la UE, centrada en la seguridad, el comercio y los vínculos culturales y entre personas.
Se dice que el ministro de Asuntos Europeos, Nick Thomas-Symonds, encargado de supervisar las negociaciones de la UE, está a favor de un «enfoque pragmático».
Reconoce los retos que supone conciliar las diferencias entre el Reino Unido y la UE al tiempo que se buscan acuerdos mutuamente beneficiosos.
Apoyo y preocupaciones sobre un acuerdo de movilidad juvenil entre el Reino Unido y la UE
Existe un notable apoyo a un acuerdo de movilidad juvenil en el Reino Unido, sobre todo entre los diputados proeuropeos.
El diputado liberal demócrata Ian Roome destacó que ya existen acuerdos similares con países como Japón y Corea del Sur.
«Si Islandia y Mónaco pueden ser países aprobados en el marco del Programa de Movilidad Juvenil (YMS) recíproco del Reino Unido, nuestros vecinos más cercanos, como Irlanda y Francia, también deberían serlo», declaró a Politico.
Muchos defensores, incluida la diputada laborista Stella Creasy, subrayan que un acuerdo de movilidad juvenil no significaría una vuelta a la libertad de circulación.
En su lugar, implicaría condiciones específicas y estructuradas que limitaran la duración de la estancia y los tipos de trabajo permitidos.
Aun así, a algunos funcionarios británicos les preocupa que un acuerdo de movilidad juvenil con todos los países miembros de la UE pueda afectar a las cifras de inmigración.
La ministra del Interior, Yvette Cooper, ha expresado su preocupación por que dicho plan pueda ser una vía para volver a la migración abierta.
Éste ha sido un tema delicado desde el referéndum del Brexit y un aspecto esencial de por qué el Reino Unido abandonó el bloque.
El gobierno británico ha afirmado que cualquier acuerdo seguirá unas condiciones estrictas y no restablecerá la libertad de circulación.
Retos y futuro de las negociaciones
El entusiasmo por el acuerdo de movilidad de los jóvenes sigue siendo elevado en los Estados miembros de la UE y en los círculos políticos del Reino Unido.
Sin embargo, conseguir un acuerdo que satisfaga a ambas partes requerirá una negociación cuidadosa.
Los diplomáticos advierten de que las conversaciones pueden incluir temas delicados como los límites a la inmigración, los criterios de elegibilidad y la duración de la estancia objeto de debate.
Una fuente de alto rango del Reino Unido declaró a The Independent: «En [the EU] son muy buenos negociando. Son muy duros».
Aun así, muchos son optimistas respecto a que un acuerdo cuidadosamente elaborado podría salvar las diferencias y acercar a los jóvenes europeos y británicos.
Podría fomentar un espíritu de cooperación que ambas regiones esperan que caracterice su relación tras el Brexit.
De momento, las negociaciones sobre la movilidad de los jóvenes representan una valiosa oportunidad para estrechar lazos y fomentar el entendimiento intercultural de las generaciones futuras.